Me quito el sombrero…

Me quito el sombrero...

Me quito el sombrero… | Reflexiones Fotografiarte 

Disculpas, de antemano,…


, por el largo tiempo sin intervenir en este rinconcito de Fotografiarte que– muy generosamente– Mario Arias ha puesto a mi servicio. He estado inmerso en un proyecto de lo que va a ser una futura publicación sobre reflexiones entorno a la fotografía, y egoístamente he optado por no compartir ciertas reflexiones para poder centrarme en la elaboración de tal libro. No consideraba conveniente publicar tales opiniones o reflexiones que pudieran llegar a futuras contradicciones con lo que próximamente publicaré; lo cual, no justifica mi falta de atención a este espacio en los últimos tres meses.
Hablemos pues de arte, hablemos de imagen y hablemos de fotografía: ¿que hay detrás de una “buena foto”? ¿que constituye ese elemento indescriptible que hace que una imagen se convierta en un icono; en una fotografía atemporal?, ¿cual es el nexo de la fotografía con las Bellas Artes?
Se ha comentado ,que la fotografía es la hermana pequeña de la pintura,– cosa que personalmente considero un disparate, ingenuo y sin fundamento– , mis razones las reservo para exponerlas en el libro. Aunque, si no con la pintura, si que encontramos una gran complicidad con la escultura, precisamente a través esa concepción que Tarkovsky denominó : “esculpir en el tiempo”, refiriéndose al cine. El lenguaje y los códigos que maneja la pintura, afirmo personalmente que son la antípoda de los que requiere la fotografía.
Muchos afirman en el carácter narrativo que debe tener toda fotografía, lo cual es cierto , pero no por ello :“debe tener toda fotografía”; hay fotografías que no necesitan contar nada , puesto ellas mismas “descuentan” ,destruyen todo posible argumento que podamos hacernos como espectadores y honestamente eclipsan las intenciones de su autor. Y es precisamente; que en fotografía, se pueda permitir uno romper las reglas estéticas establecidas por una sociedad temporal; lo que la hace ganarse merecidamente su inclusión en las bellas artes; pero no como hermana pequeña de nadie, ni como una ramificación de la disciplina del dibujo; sino más bien de forma autónoma, con unos códigos y un lenguaje que se empiezan a formalizar tras siglo y medio de vida.
Villem Flusser, se apresuró a decir en los años ochenta: que “la fotografía nació como colofón a un ciclo narrativo que siete mil años antes se había iniciado con la escritura”, y no puedo estar mas de acuerdo, pero también hay que aclarar que con ella se iniciaba un nuevo ciclo narrativo cuyo alfabeto se transformaría en imágenes, y no en símbolos gráficos, a partir de entonces . Y precisamente, gracias a esa nueva “musa” surgida a mediados del siglo dieciocho, la pintura pudo despojarse de toda aquella carga academicismo que la estuvo axfisiando durante el romanticismo. Dicho esto, la única cosa en común entre ambas iba a ser un soporte bidimensional; fotografía y pintura tomaron vías completamente opuestas para desarrollarse. Con lo que hoy; uno puede no menos que sonrojarse, ante las innumerables excusas de muchos profesionales por intentarse acercarse a ciertos estados de la pintura, afirmaciones tan comúnmente repartidas en el gremio , como que Hopper era fotógrafo , o que Caravaggio también lo era , son una muestra mas, de las aspiraciones pueriles de algunos. Hopper pintaba ,y la luz que muestran sus cuadros no es mas que una luz resultado de la pintura ,de la mirada de un pintor y de las posibilidades que ofrecen las herramientas del pintor , lo mismo sucede con caravaggio, ninguno de los dos fue fotógrafo , y de serlo estoy convencido que sus resultados irían por unos derroteros bien distintos a los ofrecidos en pintura. Todo eso que muchos se empeñan en denominar actitudes pictóricas , son mas bien teatrales , propias de una iluminación de laboratorio , de una puesta en escena, Tanto Hopper como Caravaggio, no se planteaban puestas en escena –al menos tal y como las entendemos hoy fotográficamente– sino que la manifestación de la luz como medio expresivo era sometido a la metamorfosis que proporcionaba el pigmento aglutinado con aceite de linaza. Y por supuesto que sobre esto habría mucho que discutir…

Nani Boronat (Múnich21 de Julio 2017)

Soy pintor- escultor de profesión , fotógrafo por oficio acercándome a la tercera década de dedicación a esta apasionante oficio . No he sabido hacer de la fotografía mi profesión puesto que la mirada de pintor que poseo perjudica seriamente a la salud fotográfica.