Puede que ya estés familiarizado con las máquinas de humo portátiles, pero la Lensgo Smoke B juega en su propia liga. Estamos hablando de una unidad que pesa solo 230 gramos, con una batería interna de 2200 mAh que se carga vía USB-C y que ofrece una autonomía aproximada de 18 minutos de emisión efectiva por carga. El tiempo de precalentamiento es de apenas 20 segundos, y la emisión de humo se activa con un simple botón. El líquido se almacena en un depósito interno de 15 ml, lo justo para varias ráfagas breves. Además, incluye una jeringuilla para rellenarlo de forma precisa, como si estuvieras en una peli de espías.
La Smoke B se entrega con tres boquillas diferentes que permiten modular el tipo de niebla: desde una dispersión suave hasta un chorro más concentrado. Y todo sin cables, sin mandos, sin complicaciones. En menos de un minuto puedes tener la máquina lista, apuntando en la dirección que quieras, y soltando niebla como si fueras un técnico de efectos especiales en miniatura.
Diseño y portabilidad: tamaño de bolsillo, sin exagerar
La Smoke B de Lensgo cabe perfectamente en una mano. Funciona con una batería interna de 2200 mAh que se carga por USB-C (como debe ser en 2025) y, según el fabricante, ofrece una autonomía de unos 18 minutos de humo efectivo por carga. Parece poco, pero hablamos de ráfagas, no de una niebla permanente para recrear el set de Blade Runner.
Lo bueno es que está pensada para ser práctica: se puede manejar con una sola mano, viene con tres boquillas intercambiables para distintos efectos (niebla fina, chorro más directo, etc.) y su tiempo de precalentamiento ronda los 20 segundos. Vamos, que no necesitas tener un generador de corriente ni media hora de paciencia.
¿Qué se puede hacer con ella?
Pues más de lo que parece. Desde añadir atmósfera a retratos, hasta marcar rayos de luz en escenas de producto, crear efectos en vídeos musicales o cortos… También vale para darle algo de vida a sesiones en exteriores al amanecer, cuando no hay niebla pero querrías que la hubiera. Y todo sin cables, ni mandos remotos ni configuraciones complejas. Pulsas el botón y, en tres segundos, pum: niebla donde y cuando quieras.
Además, el depósito para el líquido es interno, con una capacidad de 15 ml, y se rellena con una jeringuilla suministrada (sí, una jeringuilla, como si estuvieras en un experimento de química). Puedes usar líquido estándar de niebla, siempre que no sea demasiado denso.
Lensgo Smoke B; una máquina de humo que vas a querer
No, no es una máquina de efectos especiales para cine profesional. No llena habitaciones enteras ni crea humo durante horas. Pero para fotógrafos, videógrafos y creadores de contenido, es una solución rápida, transportable y muy resultona para crear atmósferas sin morir en el intento.
La Lensgo Smoke B es ese accesorio que no sabías que necesitabas hasta que lo pruebas. Ideal para quienes quieren controlar cada detalle de la escena y añadir un toque de dramatismo o fantasía sin depender del clima ni del presupuesto de Hollywood. Pequeña, barata, fácil de usar y sorprendentemente efectiva.