Sebastião Salgado se despide de la fotografía a los 80 años

Sebastião Salgado, uno de los fotógrafos más reconocidos y premiados del mundo, ha anunciado su retirada de la fotografía de campo. Después de décadas de documentar la realidad social y ambiental del planeta.

El fotógrafo brasileño, que cumplió 80 años la semana pasada, ha declarado que ya no quiere seguir viajando ni exponiéndose a situaciones de riesgo. Y que se dedicará a editar y gestionar su enorme archivo fotográfico, que contiene más de medio millón de imágenes.

Ya no quiero seguir viajando ni exponiéndose a situaciones de riesgo. Quiero quedarme en casa, con mi mujer, mis hijos, mis nietos, mis perros, mis árboles, mis pájaros”, ha dicho Salgado. Quien ha sufrido varias enfermedades por su trabajo, como una dolencia sanguínea que le provocó la malaria que contrajo en Indonesia. O un problema en la columna vertebral por una mina que explotó en un vehículo en el que viajaba en Mozambique.

Detalles de la exposición de Sebastião Salgado: Amazonia
Detalles de la exposición de Sebastião Salgado: Amazonia

Salgado ha sido testigo de guerras, revoluciones, golpes de Estado, crisis humanitarias y hambrunas. Así como de algunos de los lugares más prístinos y vírgenes del planeta. Donde ha retratado a pueblos y culturas que apenas han tenido contacto con el mundo moderno.

Su obra, caracterizada por un estilo inconfundible de composición y luz en blanco y negro, abarca cientos de reportajes en 130 países. Y le ha valido numerosos galardones, como el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, el Premio de la Paz de la UNESCO, el World Press Photo y el Oskar Barnack.

Sala de exposiciones de Sebastião Salgado: Amazonia
Sala de exposiciones de Sebastião Salgado: Amazonia

Su último trabajo, titulado Amazônia, es una muestra de su compromiso con la naturaleza y los pueblos indígenas. Que se ha intensificado desde los años 90, cuando sufrió una profunda depresión tras cubrir el genocidio de Ruanda. Una exposición itinerante por diferentes localidades, de la que dejamos más información aquí.

Sebastião Salgado deja un legado de denuncia y sensibilidad

Salgado comenzó su carrera como fotógrafo a finales de los años 60, cuando se exilió en París junto a su esposa Lélia Wanick, huyendo de la dictadura militar en Brasil. Fue ella quien le prestó su cámara y le animó a dedicarse a la fotografía, una pasión que le llevaría a recorrer el mundo y a retratar las condiciones de vida de los trabajadores, los refugiados, los niños, los enfermos y los marginados.

Su primer gran proyecto, Otras Américas, fue una crónica de la pobreza y la resistencia de los campesinos y los indígenas de América Latina, que le valió el reconocimiento internacional. A partir de ahí, Salgado se embarcó en otros proyectos de largo aliento, como Trabajadores, Éxodos, Génesis y Tierra, en los que plasmó su visión humanista y ecológica del mundo.

Sebastião Salgado junto a su mujer
Sebastião Salgado junto a su mujer

Su trabajo no ha estado exento de polémica, ya que algunos críticos le han acusado de ser un “esteta de la miseria”, de embellecer el sufrimiento ajeno y de explotar el dolor de sus sujetos. Salgado ha rechazado estas críticas, argumentando que su intención es mostrar la dignidad y la luz de las personas que fotografía, y que él mismo proviene del tercer mundo y conoce su realidad. “El problema lo tienen los críticos, es su sentido de culpabilidad”, ha afirmado.

Un futuro dedicado a la edición y la conservación

Aunque Salgado ha decidido dejar de hacer fotografía de campo, no se quedará de brazos cruzados. Su principal ocupación será la de editar y ordenar su archivo fotográfico. El cual contiene más de 500.000 imágenes y que planea vender a alguna institución o museo. También seguirá colaborando con diversas exposiciones y proyectos, como el Sony World Photography Awards 2024. Que le ha otorgado el premio a la Contribución Excepcional a la Fotografía, el Museo de la Imagen y el Sonido de São Paulo, que exhibirá algunas de sus primeras fotografías.

Obra fotográfica de Sebastião Salgado junto a su mujer

Además, Salgado continuará con su labor de conservación y restauración de la naturaleza, que inició junto a su esposa en 1998, cuando crearon el Instituto Terra, una organización dedicada a reforestar la región de Minas Gerais, donde nació el fotógrafo. Gracias a este proyecto, han logrado plantar más de 4 millones de árboles y recuperar un ecosistema degradado por la agricultura y la ganadería.

Salgado se despide así de la fotografía de campo, pero no de la fotografía en sí. Su legado es una obra impresionante y conmovedora, que refleja su compromiso con la humanidad y el planeta, y que seguirá inspirando a generaciones de fotógrafos y espectadores. Como él mismo ha dicho: “Fotografié el mundo”.

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