Sirui Saturn 1.6x: los “peso pluma” de los objetivos anamórficos full-frame

Si alguna vez te ha tocado montar un objetivo anamórfico full-frame en tu cámara, seguro que recuerdas ese momento entre el entusiasmo y la contractura cervical. El mundo del cine independiente lleva años suspirando por objetivos que no pesen como un adoquín ni te obliguen a pedir un préstamo. Pues bien, Sirui ha decidido romper la rutina con su serie Saturn 1.6x: tres focales full-frame que combinan fibra de carbono, precio sensato y un look cinematográfico que hasta tu gimbal va a agradecer. Lo de la espalda ya si eso, también.

Entramos en 2025 con una obsesión clara: lograr el famoso “look cine” sin hipotecar el físico ni el presupuesto. Y es que, hasta hace poco, hablar de objetivos anamórficos era sinónimo de arrastrar más peso del recomendable y gastar en óptica lo mismo que cuesta un coche de segunda mano. Pero el panorama ha cambiado, y buena parte de la culpa la tiene Sirui, que con su gama Saturn ha puesto patas arriba lo que dábamos por hecho.

¿Por qué tanta expectación? Porque el Saturn no solo presume de cifras: baja de los 500 gramos, ofrece compresión 1.6x y mantiene la apertura en T2.9, con un diseño tan compacto que casi parece de mentira. Es el objetivo pensado para quien quiere resultados de cine, pero no quiere cargar con equipo de la vieja escuela ni ver temblar el estabilizador cuando cuelgas la cámara. Y ojo, porque aquí no hay truco: fibra de carbono real, construcción sólida y compatibilidad con la mayoría de cámaras full-frame del mercado.

¿Qué hace especial a la serie Saturn 1.6X?

Si uno se pone quisquilloso, encontrará que el mercado está inundado de ópticas que prometen “look cine”, pero la realidad es que muy pocas cumplen sin sacrificar la espalda (o la cartera). Los Sirui Saturn juegan en otra liga, apostando por una construcción de fibra de carbono que reduce el peso a cifras impensables hasta ahora: hablamos de unos 425 g para el 35mm, 470 g para el 50mm y apenas 485 g para el 75mm. Con estas cifras, hasta los rodajes en gimbal y dron dejan de ser un deporte de riesgo.

Pero la ligereza es solo la mitad de la historia. La compresión anamórfica de 1.6x permite un desenfoque ovalado, flares horizontales (azul o neutro, a elegir) y ese estiramiento de imagen tan buscado por los fans del cine clásico. Todo sin recurrir a adaptadores ni apaños, con una calidad de imagen sorprendentemente alta en todo el rango de apertura. A máxima apertura, hay cierto toque “vintage” en los bordes, pero basta cerrar un poco para que la nitidez se extienda por todo el encuadre.

Monturas y compatibilidad: para todos los gustos

Sirui no se ha andado con medias tintas: la serie Saturn llega en monturas Sony E, Canon RF, Nikon Z, Leica L, Fuji X y DJI DL. Así que da igual si ruedas con una Sony FX3, una Canon R5 II o un dron DJI Inspire: estos objetivos encajan sin dramas y sin inventos raros.

¿Azul o neutro? Elige tu flare (y tu estilo)

Los Saturn 1.6X están disponibles con flare azul o neutro, porque no todos los directores quieren que sus tomas parezcan una precuela de Blade Runner. El azul ofrece ese toque épico de las superproducciones hollywoodienses, mientras que el neutro es más discreto, perfecto para quienes buscan un look más realista o quieren libertad total en postproducción.

Apertura constante y calidad óptica

Con una apertura máxima de T2.9, los Saturn se defienden bien en interiores y situaciones de poca luz. En la práctica, lo que más sorprende es la consistencia de la calidad óptica: nitidez en el centro, flares controlados y distorsión prácticamente inexistente. Sí, en los extremos a T2.9 hay un aire más “orgánico”, pero nada que no aporte carácter cinematográfico al resultado final.

Hasta hace nada, hablar de objetivos anamórficos full-frame por menos de 2.000 euros (el kit completo) era cosa de foros de ciencia ficción. Pero aquí están: tres objetivos, tres distancias (35, 50 y 75 mm), con acabados premium y pensados para aguantar el trote en cualquier producción. Los precios individuales tampoco asustan: poco más de 600 euros por unidad. Para cineastas independientes, creadores de contenido o estudios pequeños, es una revolución silenciosa.

Son para ti si te gusta rodar ligero, si el gimbal es tu mejor amigo o si buscas un kit de ópticas que no te deje tirado en la tercera toma. También para quienes quieren lanzarse al mundo anamórfico sin hipotecar el futuro. Los Sirui Saturn 1.6x no son el típico “entry level” al que se le ven las costuras en cuanto le pides un poco más: aguantan el tipo en producciones serias y cumplen cuando el ritmo de rodaje exige velocidad y fiabilidad.

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