Olympus M. Zuiko Digital ED 75 mm f1.8 para formato Micro 4/3: un objetivo extraordinario, paradigma de un sistema fotográfico profesional donde los haya

Texto y Fotos de Producto : José Manuel Serrano Esparza.

Fotos de Retrato hechas con el Objetivo : Tomás G. Santis. 

12/12/2023

Olympus M. Zuiko Digital ED 75 mm f/1.8 (equivalente a un 150 mm en formato 35 mm) de 10 elementos (tres de ellos ED y dos HR) en 9 grupos, nueve palas de diafragma, longitud x diámetro de 69 mm x 64 mm y 305 g de peso, un objetivo extraordinario con el que el Sistema Fotográfico Micro 4/3 alcanzó su mayoría de edad en el ámbito profesional a mediados de 2012. © jmse

Mayo de 2012. Han transcurrido cuatro años desde la presentación por Olympus y Panasonic del nuevo sistema fotográfico de cámaras Micro 4/3 sin espejo y con visor electrónico durante la Photokina Köln de 2008. 



Es un nuevo standard de avanzadísima tecnología, 



caracterizado por su muy pequeño sensor tamaño 18 mm x 13,5 mm (diagonal de 22,5 mm) con una superficie de imagen de 17,3 x 13 mm (diagonal de 21,6 mm), similar a las dimensiones del clásico formato 110 analógico, de modo que su área de imagen es de 220 mm2, aproximadamente un 32% menos que los sensores formato APS-C utilizados por Canon (factor de recorte 1,6x), un 39% más pequeño que los sensores APS-C utilizados por Nikon y Sony (factor de recorte 1,5x) y un 75% más pequeño que los sensores full frame formato 24 x 36 mm.   



El pilar básico de la alta calidad de imagen del Sistema Fotográfico Olympus Micro 4/3 radica en la montura de objetivos, cuyo diámetro es aproximadamente dos veces el del círculo de imagen, y su sinergia con los extraordinarios objetivos Zuiko Digital profesionales de diseño casi telecéntrico, ya que este espacio extra en la robusta montura metálica Micro 4/3 permite una gran libertad en la creación de ópticas de gran perfección, admirable uniformidad lumínica en toda la superficie del fotograma y una impresionante calidad de imagen no sólo en el centro, sino también en bordes y esquinas, algo que sería inviable en sistemas fotográficos con sensores full frame formato 24 x 36 mm, porque conseguir esos excepcionales niveles de calidad con objetivos telecéntricos o casi telecéntricos en las zonas periféricas de la imagen, significaría enormes dimensiones y peso. 

Todo ello con el beneficio añadido de un nuevo tipo de montura de bayoneta Micro 4/3 con una distancia focal de brida (espacio entre la montura del objetivo y el sensor) de 19,25 mm y un diámetro de bayoneta de 38 mm, 6 mm menos que las cámaras previas réflex formato Cuatro Tercios, 

© jmse

así como un muy mejorado sistema electrónico con once contactos entre objetivo y cámara, en vez de los nueve del anterior standard Cuatro Tercios. 



El concepto Micro 4/3 puesto en marcha por el formidable equipo Olympus Digital integrado por Masaharo Okubo (Presidente), Yasuo Asakura (Líder del Proyecto y Director de Desarrollo de Producto, que había participado en el desarrollo de la Olympus OM-4 analógica y la E-1 digital en 2002), Katsuhiro Takada (creador del standard Micro 4/3 para cámaras mirrorless en 2008 y que ya había sido el artífice del 4/3 en 1999), Kei-ichi Mori (gran especialista en el diseño y fabricación de sensores digitales), Kunio Yokoyama (eminente diseñador óptico de Olympus y gran artífice de los objetivos casi telecéntricos tanto para sistema 4/3 como Micro 4/3), Yasuji Ogata (diseñador óptico de gran experiencia, que había participado en la creación de varios objetivos Olympus OM de enfoque manual durante los años ochenta y noventa), Kazuo Ushiyama (otro gran diseñador óptico de Olympus, que también había colaborado en la creación de varios objetivos OM Zuiko de enfoque manual durante los años ochenta y noventa), Masaomi Tomizawa ( gran experto en el desarrollo de dsp digitales), Yoshio Takahashi (eminente autoridad en ensamblaje tanto de cuerpos de cámaras digitales Micro 4/3 como de los elementos ópticos de los objetivos Olympus Zuiko Digital, además de ser un gran conocedor de las aleaciones de estaño, zinc y bismuto) tiene la misión principal de conseguir la transición integral analógico / digital de Olympus mediante varios aspectos fundamentales : 

a) La preservación de los postulados básicos de tamaño y peso muy reducidos de cuerpo de cámara y objetivos establecidos por Yoshihisa Maitani ( el más importante diseñador de cámaras fotográficas de todos los tiempos junto con Oskar Barnack) con su saga de cámaras Olympus Pen de medio formato 18 x 24 mm a partir de 1963 y su Olympus OM-1 formato 24 x 36 mm en 1972.  

Así pues, conseguir un tamaño muy pequeño y peso muy ligero de cámaras y ópticas intercambiables, se convirtió desde la misma introducción en 2008 del Sistema Micro 4/3 en uno de los principales anhelos a conseguir.

b) La plena continuidad, ahora en la era digital, de la filosofía óptica Olympus encarnada durante los años setenta, ochenta y noventa del siglo XX por míticos diseñadores ópticos de Olympus de auténtica talla mundial como Yoshihada Hayamizu ( Jefe de Diseño Óptico de Objetivos de Olympus Co, Ltd), Toshihiro Imai, Nobuo Yamashita, Toru Fujii, Hiroshi Takase, Yoshiaki Horikawa, Tadashi Kimura, Fumitaka Watanabe y otros, que crearon objetivos de enfoque manual y alta luminosidad que aunaban dimensiones y peso asombrosamente reducidos para formato 24 x 36 mm y una excelente calidad óptica, entre los que destacaron : 

– El Olympus Zuiko Auto-T 85 mm f/2 (5 elementos, en 3 grupos, con longitud de 48 mm, diámetro máximo de 60 mm y peso de 260 g). 

– El Olympus OM Zuiko Auto-T 100 mm f/2 (7 elementos en 6 grupos, longitud de 72 mm, diámetro máximo de 70 mm y peso de 500 g), con un extraordinario rendimiento óptico, especialmemnte a f/2, aderezado por un bellísimo bokeh. 

– El fabuloso objetivo ultraangular Olympus Zuiko OM Auto-W 21 mm f/2 de 1979 (con 11 elementos en 9 grupos, distancia mínima de enfoque de 20 mm, 6 palas de diafragma, longitud de 43,5 mm, diámetro máximo de 60 mm y peso de 241g), diseñado por Yoshihada Hayamizu con una increíble curvatura para su época en el segundo elemento de la zona frontal, un objetivo estratosférico todavía hoy en día, que incorpora un grupo óptico flotante que elimina el viñeteado a distancias muy cortas que habitualmente sufren los objetivos super angulares, 

y que sigue siendo el referente mundial para cámaras réflex formato 24 x 36 mm en su ámbito focal junto con el Leica Elmarit-R 19 mm f/2.8 Version 2 de 12 elementos en 10 grupos, longitud de 60 mm, diámetro máximo de 71 mm y peso de 560 g, diseñado por Walter Mandler y producido entre 1990 y 2009, al que supera en luminosidad, ligereza de peso ( ¡ tan sólo 266 g ! ) y tamaño pequeño ( 44 x 59 mm), además de aproximarse en poder de resolución, contraste, nitidez, y adecuación para fotografía de arquitectura e interiores, gracias a su admirable corrección de la distorsión. 

– El Olympus Zuiko Auto-S 40 mm f/2 de 1984, con 6 elementos en 6 grupos, longitud de 25 mm, diámetro máximo de 60 mm y peso de 140 g. 

No obstante, a partir de 2008, las dificultades para diseñar objetivos de primerísimo nivel para cámaras digitales formato Micro 4/3 serían mucho mayores, no sólo porque el sensor Micro Cuatro Tercios es mucho más pequeño que el 24 x 36 mm, sino porque los sensores digitales son mucho más exigentes que las películas químicas a la hora de obtener simbiosis con las ópticas. 

© jmse

El Sistema Micro 4/3 de Cámaras y Objetivos Intercambiables promovido por Olympus (y también Panasonic) preconiza la máxima comodidad al fotografiar disparando a pulso, gracias a las dimensiones muy reducidas y peso muy ligero de sus cámaras y objetivos, buscando el mejor equilibrio posible entre excelente calidad de imagen, compacidad y peso muy liviano, que permiten al fotógrafo una gran libertad de movimientos y fácil transporte de sus cámaras y objetivos, con la ventaja añadida de que al carecer las cámaras fotográficas Micro 4/3 de espejo basculante y pentaprisma que lo albergue, dichos cuerpos de cámara pueden fabricarse con espesores muy delgados.

Y con respecto a las ópticas intercambiables del Sistema Micro 4/3, 

el tamaño muy pequeño de su sensor permite diseñar y construir objetivos 

© jmse

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con dimensiones y peso aproximadamente la mitad y con frecuencia incluso menos que en los objetivos para formato 24 x 36 mm de idéntica luminosidad y ángulo de visión. 

Pero la revolucionaria transición analógico / digital planeada por la División Fotográfica de Olympus con su Sistema Micro 4/3 es un enorme reto tecnológico, porque aunque el tamaño muy pequeño de sensor tiene importantes ventajas al hacer posible una encomiable compacidad y poco peso de cámaras y objetivos, así como un manejo disparando a pulso mucho más cómodo y estable que las cámaras full frame con y sin espejo y la opción de diseñar teleobjetivos de gran longitud focal con tamaño y peso mucho menor que el de ópticas de idéntica luminosidad y ángulo de visión creadas para formato 24 x 36 mm, además de que las cámaras profesionales formato Micro 4/3 son mucho más discretas que las full frame (algo muy importante en fotografía callejera y de viajes), como no podía ser menos (todo sistema fotográfico tiene sus ventajas e inconvenientes), las reducidas dimensiones del sensor Micro 4/3 plantean varios inconvenientes :

– La mucha mayor profundidad de campo del formato Micro 4/3 en comparación con el formato 24 x 36 mm, de tal manera que un objetivo 25 mm f/2 (equivalente a un 50 mm en full frame como consecuencia del factor multiplicador 2x) obtiene una profundidad de campo equivalente a un objetivo 50 mm f/4 en formato 24 x 36 mm. 

Y un objetivo 50 mm f/2.8 para formato Micro 4/3 obtendrá una profundidad de campo equivalente a un objetivo 100 mm f/5.6 en formato full frame. 

Es decir, el formato Micro 4/3 utiliza focales más cortas para conseguir los mismos ángulos de visión que las cámaras full frame y las longitudes focales más cortas aumentan la profundidad de campo, por lo que tiene más dificultad que el formato 24 x 36 mm o los formatos medios (que le superan en control de profundidad de campo) para generar foco selectivo y realzar la persona o tema fotografiado en géneros fotográficos como moda, fotografía de producto, retrato, etc

Vista frontal del Olympus 75 mm f/1.8 (equivalente a un 150 mm en formato 24 x 36 mm), un objetivo telefoto de muy alta luminosidad, muchísimo más pequeño y ligero que ópticas de focal aproximada e idéntica luminosidad de otras empresas fotográficas y formatos de mayor tamaño, y capaz de generar excepcional calidad de imagen y bokeh de referencia a los disfragmas más abiertos. Puede apreciarse en la zona superior la tapa delantera del objetivo, fabricada en plástico y que en mi opinión fue un error, porque una óptica superlativa como ésta, se merecía una tapa delantera metálica acorde con la soberbia construcción metálica del objetivo, realizada en aleación especial de alumino de gran robustez y resistencia al paso del tiempo, con preservación de su muy atractivo aspecto cosmético. © jmse

Ésto hizo que el equipo de diseño óptico de Olympus integrado por Kunio Yokoyama, Yasuhi Ogata y Kazuo Ushiyama, con el asesoramiento en algunas fases del gran Fumitaka Watanabe, percibiera con claridad la necesidad de crear ópticas fijas de gran luminosidad f/1.2 y f/1.8 que minimizaran todo lo posible la extensa profundidad de campo inherente al formato Micro 4/3 y permitieran obtener enfoque selectivo, así como un muy bello y armonioso bokeh a plena abertura. 

– El rendimiento peor que los formatos full frame 24 x 36 mm y formato medio en contextos con poca luz para conseguir excelente calidad de imagen a sensibilidades altas por encima de aproximadamente iso 3.200.  Es decir, los muy pequeños sensores Micro 4/3 no son capaces de captar tanta luz como un sensor full frame, por lo que la aparición de ruido no deseado a isos altos es mayor.

Por tanto, un sensor grande da al fotógrafo más margen en situaciones de poca luz. 

– El rango dinámico de las cámaras con sensor Micro 4/3 es bueno, pero el de las cámaras formato APS-C y full frame es superior, porque la diferencia de tamaño también influye en este aspecto. 

– Mayor difracción que en los sensores formato 24 x 36 mm, porque los sensores Micro 4/3 son un 75% más pequeños, y el tamaño de las celdas del sensor es más reducido, por lo que las cámaras Micro 4/3 son más propensas a que aparezca la difracción, habitualmente a partir de f/11.

– La necesidad de crear objetivos de gran perfección óptico-mecánica para poder extraer todo el potencial cualitativo posible del muy pequeño sensor Micro Cuatro Tercios y obtener excelente calidad de imagen sobre toda la superficie del fotograma, en centro, bordes y esquinas, 

En un sistema óptico telecéntrico, los rayos principales de luz que forman la imagen avanzan paralelos al eje óptico (que cruza el centro del objetivo) cuando abandonan la parte trasera de la óptica, incluso en los bordes y esquinas de la imagen. Y para que sea un diseño totalmente telecéntrico, el elemento trasero del objetivo debe ser al menos tan grande como el sensor. Por ello, en los objetivos telecéntricos y casi telecéntricos es importante optimizar el rendimiento del sensor de imagen, diseñando cámaras de tal manera que la luz incida de modo perpendicular sobre toda la superficie del sensor, incluyendo sus zonas periféricas.

 

siendo el casi telecentrismo la principal ruta elegida para el diseño de los objetivos Olympus profesionales de alta luminosidad para formato Micro 4/3, de tal manera que la pupila de entrada o de salida está situada en posición de infinito, por lo que los rayos principales de luz son paralelos al eje óptico del objetivo.  

Esquema en el que puede apreciarse que la distancia focal de brida (espacio entre la montura del objetivo y el sensor) se redujo a 19,25 mm en el formato Micro 4/3, en comparación con la distancia focal de brida de 40 mm del formato 4/3 previo, lo cual hace que este sistema fotográfico profesional sea el que permite acoplar mediante adaptador más objetivos de distintas focales, luminosidades y épocas. 

GÉNESIS DE UN OBJETIVO DE PRIMERÍSIMO NIVEL

© jmse

El Olympus M. Zuiko Digital ED 75 mm f/1.8 (equivalente a un objetivo 150 mm en formato 35 mm) presentado en 2012 fue la óptica fija de alta luminosidad con la que el Sistema Micro 4/3 alcanzó su mayoría de edad en el ámbito de la fotografía profesional, cuatro años después de anunciarse este nuevo standard fotográfico en 2008. 

Es un objetivo extraordinario,

cuya fórmula óptica de 10 elementos (3 ED especiales y 2 HR del máximo nivel) en 9 grupos en simbiosis con un diafragma circular de 9 palas, 

Cámara Olympus OM-D E-M1II con objetivo Olympus M. Zuiko Digital ED 75 mm f/1.8. f/2 y 1/60 s. ISO 200. © Tomás G. Santis
Reencuadre selectivo de los ojos, párpados, pestañas y cejas en la anterior fotografía

nos indica claramente que ha sido diseñado, fabricado y optimizado para su uso a plena abertura f/1.8, especialmente en el ámbito de la fotografía de retrato, con una admirable uniformidad de soberbia calidad de imagen a todos los diafragmas y distancias de enfoque, colores vívidos y una gran transparencia que preside toda la superficie del fotograma

Cámara Olympus OM-D E-M1II con objetivo Olympus M. Zuiko Digital ED 75 mm f/1.8. f/3.2 y 1/400 s. ISO 200. © Tomás G. Santis

Reencuadre selectivo de bigote, labios, incisivos superiores y perilla en la anterior fotografía.

pudiendo calificarse su rendimiento óptico a plena abertura f/1.8 como soberbio, que se eleva a excepcional a f/2.2, f/2.8, f/3.2, f/4 y f/5, diafragmas en los que el objetivo consigue sus máximas cotas de poder de resolución, contraste y nitidez, con valores ligeramente inferiores a f/5.6, mientras que a f/8, f/11 y f/16 la calidad de imagen sigue siendo muy buena pero inferior, como consecuencia de la difracción.  

Así pues, tal es la calidad de este objetivo, que empieza a estar limitado por difracción a partir de f/5.6, a diferencia de la mayoría de ópticas profesionales Micro Cuatro Tercios que comienzan a experimentar difracción a partir de f/8 o f/11. 

Es decir, a efectos prácticos, diafragmar el objetivo Olympus 75 mm f/1.8 aumentará la profundidad de campo, pero generará muy pocas diferencias con respecto a poder de resolución, contraste y nitidez, que son excepcionales a todos los diafragmas y distancias de enfoque entre f/1.8 y f/4, con un enorme nivel de detalle y una encomiable supresión de las aberraciones cromáticas, especialmente la lateral, reducida a niveles tan insignificantes. que potencian todavía más la enorme nitidez de las imágenes que genera este objetivo, mientras que la aberración cromática longitudinal (que suele afectar en mayor o menor medida a las ópticas fijas profesionales muy luminosas de distintas marcas) es prácticamente inexistente, a lo cual hay que añadir una excelente planeidad de campo. 

Todo ello es un logro memorable por parte de Olympus, cuyo principal deseo con el diseño y fabricación de este objetivo fue poder tener en su catálogo un telefoto medio de gran luminosidad y excepcional rendimiento óptico/mecánico a un precio muy competitivo, hasta el punto de que para las grandes ventajas que ofrece, esta óptica de 75 mm (equivalente a un objetivo de 150 mm en formato 35 mm) es asequible para un amplio espectro de fotógrafos profesionales y aficionados avanzados, pese a no ser obviamente barata. 

© jmse

Porque este objetivo Olympus 75 mm f/1.8 es probablemente el mayor tour de force óptico » cost-effective » de calidad referencial en toda la historia de las ópticas fotográficas junto con el Summicron-M 50 mm f/2 Versión 4 de 6 elementos en 4 grupos diseñado por Walter Mandler en 1979 en la fábrica de Midland, Ontario (Canadá), en el que redujo al máximo el coste de producción (no sólo sin bajar la calidad, sino incrementándola), evitando el uso de elementos con vidrios ópticos exóticos y superficies asféricas torneadas, aplicando radios comunes, sabias combinaciones de vidrios ópticos no sumamente caros (entre ellos el vidrio flint — con un índice de refracción relativamente alto y una dispersión alta que emana de su bajo número Abbe — en algunos elementos positivos y el vidrio crown en algunos elementos negativos) y el mínimo número posible de herramientas de tallado y pulido de elementos ópticos (tan sólo cuatro en la producción de dicho Summicron-M 50 mm f/2). 

Hasta el punto de que por increíble que pueda parecer, el Olympus 75 mm f/1.8 se aproxima en transparencia de imagen (aunque con una estética distinta) al Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH de 8 elementos (1 de ellos asféricos) en 5 grupos, sin utilizar elementos asféricos, sirviéndose de una compleja y muy estudiada fórmula óptica de 3 elementos ED y 2 HR, sabiamente combinados con los otros 5 de menor nivel, para conseguir una calidad de imagen excepcional, incluso a plena abertura. 

Cámara Olympus OM-D E-M1II con objetivo Olympus M. Zuiko Digital ED 75 mm f/1.8. f/2.8 y 1/320 s. ISO 200. © Tomás G. Santis

Reencuadre selectivo de la concha de piedra situada a la izquierda en la anterior fotografía. 

Vista diagonal trasera izquierda del Olympus 75 mm f/1.8 en la que se aprecian los 11 puntos de contacto electrónicos (en vez de los 9 que tenía el formato Cuatro Tercios) que optimizan la comunicación con el cuerpo de cámara. La belleza cosmética, calidad óptico/mecánica y robustez de este objetivo son excepcionales.

Sólo así puede explicarse que un objetivo de este extraordinario nivel óptico y mecánico, capaz de obtener tan extraordinarios niveles de poder de resolución, contraste, nitidez, espléndidos colores y un bokeh tan sumamente bello, pueda tener en estos momentos un precio de aproximadamente 1.100 euros, cuando por la calidad de imagen que consigue debería valer como mínimo 2.000 euros. 

Algo ciertamente insólito y en lo que también influyen el hecho de que no está sellado contra polvo y lluvia y que carece de estabilizador óptico OIS, aunque el excelente Estabilizador en el Cuerpo de Cámara (IBIS) de 5 ejes que ofrecen la mayoría de cámaras Olympus profesionales y semiprofesionales, junto con el increíblemente pequeño tamaño y peso muy ligero del objetivo, eliminan en gran medida el riesgo de trepidación en las imágenes, pudiendo dispararse a pulso a velocidades de hasta 1/15 s e incluso 1/8 s.  

Todo ello con la ventaja añadida de su revestimiento ZERO Coating multicapas que elimina en gran medida todo tipo de reflejos y luces parásitas.  

Imagen de la cámara Olympus OM-D E-M1 II sin espejo de 20 megapixels con objetivo Olympus Zuiko M. 75 mm f/1.8 (equivalente a un 150 mm en formato 35 mm). Puede apreciarse perfectamente como el equilibrio de tamaño entre cuerpo de cámara y objetivos de alta luminosidad es mucho más coherente en el Sistema Fotográfico Profesional Micro 4/3 que en formidables cámaras profesionales mirrorless formato 24 x 36 mm como la Canon EOS R5 de 45 megapíxeles, la Nikon Z9 de 45,7 megapíxeles, la Sony Alpha 7R IV de 60 megapíxeles, etc, que generan una excepcional calidad de imagen y poseen sensores de mayor tamaño y más megapíxeles, pero adolecen de una notable desproporción entre sus muy pequeños y ligeros cuerpos de cámara y sus objetivos de alta luminosidad, mucho más grandes y pesados, lo cual con mucha frecuencia hace que el tándem cámara / objetivo pese bastante en su zona delantera y cabeceen ( algo que es un inconveniente, porque lo ideal es tener siempre todo el peso posible cerca de la cámara para ganar estabilidad y evitar usar fuerza para contrarrestarlo, lo cual genera más vibraciones), por lo que distan de la comodidad de manejo e imbatible estabilidad de disparo a pulso sin trepidación a velocidades muy bajas de las mucho más pequeñas y ligeras cámaras profesionales formato Micro 4/3 conectadas a ópticas de gran luminosidad. © jmse

Es además un objetivo de dimensiones muy reducidas (69 mm de longitud x 64 mm de anchura) y muy ligero para su focal y gran luminosidad (tan sólo 305 gramos), siguiendo la filosofía del Sistema Micro 4/3 Digital de Olympus de teleobjetivos muy pequeños, con peso muy liviano y barrilete muy corto,

Cámara Olympus E-M 1 Mark II con objetivo Olympus Zuiko 75 mm f/1.8. f/2 a 1/1600 s. ISO 1600. La capacidad de esta objetivo para captar con precisión texturas y detalles con los diafragmas más abiertos, incluso en contextos de baja luminosidad, es verdaderamente admirable). © José Manuel Serrano Esparza

lo cual permite un uso muy cómodo fotografiando a pulso y sin fatiga durante muchas horas seguidas. 


© jmse

Hay que destacar también su excepcional construcción enteramente metálica, en aluminio de muy alta calidad y loable robustez, con un aro de enfoque » fly by wire » de gran suavidad y precisión. 

Con respecto a su autofocus, es rapidísimo y muy preciso, gracias a su motor MSC, compatible para fotografía y video. Es además un AF muy silencioso, por lo que este objetivo profesional es muy fiable en contextos donde se precisa una gran velocidad al captar imágenes. 

Ello se debe también al hecho de que para conseguir un autofocus muy preciso, en el interior de este objetivo sólo se mueve uno de sus 10 elementos ópticos, que se desplaza a lo largo de una pequeña vía / carril, con lo que el ensamblaje de autofocus es ligero y por tanto necesita poca energía para moverse rápidamente o cambiar de dirección, de tal manera que el enfoque puede ser totalmente interno.

Y un motor lineal hace girar todo el ensamblaje en la dirección adecuada, moviéndose hacia adelante y hacia atrás por medio de una leva estática y una pieza mecánica que deriva su movimiento siguiendo el movimiento de otra parte. 

© jmse

En otro orden de cosas, la sensación táctil que se experimenta al tocar este objetivo es de inefable solidez y altísima calidad constructiva metálica, en simbiosis con su bellísimo aspecto que enamora a primera vista y el excepcional mecanizado de sus superficies y texturas, de tal manera que el fotógrafo percibe en todo momento que tiene entre sus manos una óptica del máximo nivel y con ese look que caracteriza a las cosas bien hechas.  

En fotografía de retrato, para la cual fue especialmente diseñado, el Olympus Zuiko 75 mm f/1.8 (equivalente a un 150 mm en formato 24 x 36 mm) es la auténtica joya de la corona del sistema Olympus Micro 4/3, 

Cámara Olympus OM-D E-M1II con objetivo Olympus M. Zuiko Digital ED 75 mm f/1.8. f/3.5 y 1/160 s. ISO 200. © Tomás G. Santis
Reencuadre selectivo de los ojos, párpados, pestañas y cejas en la anterior fotografía.

con una distancia mínima de enfoque de 84 cm que permite hacer retratos con toda la cabeza del sujeto en el encuadre, 

Cámara Olympus OM-D E-M1II con objetivo Olympus M. Zuiko Digital ED 75 mm f/1.8. f/2.5 y 1/125 s. ISO 200. © Tomás G. Santis
Reencuadre selectivo de cabeza y cuello en la anterior fotografía.

mientras que cuando se hacen retratos de cintura para arriba de los sujetos, la distancia óptima con respecto a ellos es de aproximadamente 2 metros.  

Esta distancia mínima de enfoque de tan sólo 84 cm es algo muy meritorio para un objetivo de focal equivalente a 150 mm, ya que muchas ópticas de 75 mm y 85 mm tienen una distancia mínima de enfoque algo más larga, mientras que en los objetivos de 150 mm y 200 mm diseñados para formato 24 x 36 mm, la distancia mínima de enfoque es bastante mayor. 

Cámara Olympus OM-D E-M1II con objetivo Olympus M. Zuiko Digital ED 75 mm f/1.8. f/2.2 y 1/320 s. ISO 200. © Tomás G. Santis
Reencuadre selectivo de ojos, párpados, pestañas y cejas en la anterior fotografía.

Ésto permite hacer encuadres muy cerrados, especialmente en retratos. 

Sea como fuere, es importante tener presente que este fabuloso objetivo Olympus 75 mm f/1.8 equivale a una óptica de 150 mm y tiene el campo de visión inherente a tal focal, por lo que se necesitará más espacio para poder hacer las fotos que con un objetivo de 75, 85 o 90 mm. 

Cámara Olympus OM-D E-M1II con objetivo Olympus M. Zuiko Digital ED 75 mm f/1.8. f/2 y 1/60 s. ISO 200. © Tomás G. Santis
Reencuadre selectivo de ojos, párpados, pestañas y cejas en la anterior fotografía.

Otra de las grandes cualidades de este extraordinario objetivo es su capacidad para crear una muy bella estética de imagen cinematográfica, lo cual unido a su excepcional poder de resolución, contraste, nitidez y espectaculares colores que obtiene, genera una calidad de imagen global extraordinaria, aderezada por un bellísimo y muy armonioso bokeh que permite enfatizar de modo admirable a las personas o sujetos captados a plena abertura f/1.8, f/2, f/2.8 y f/3.2, dejando los fondos desenfocados, con una muy suave y sutil transición de zonas nítidas a desenfocadas, 

Cámara Olympus E-M 1 Mark II con objetivo Olympus Zuiko 75 mm f/1.8. 1/1600 s a f/2. ISO 1600). Impresionante la rapidez, precisión de enfoque, en simbiosis con una soberbia captación de detalle, expléndidos colores y bellísimo bokeh. © José Manuel Serrano Esparza


Reencuadre selectivo de la anterior imagen que revela el enorme potencial cualitativo de este extraordinario objetivo

lo cual confiere un exquisito look a las imágenes captadas a los diafragmas más abiertos.  Olympus hizo un enorme esfuerzo para conseguir una calidad referencial de bokeh, analizando concienzudamente la estética de imagen a plena abertura en las áreas desenfocadas de buques insignia en este ámbito como el Olympus OM Zuiko Auto-T 100 mm f/2, el Summilux-M 75 mm f/1.4 diseñado por Walter Mandler, el Noctilux-M 50 mm f/1 también diseñado por Walter Mandler, el Minolta MC Rokkor-PG 58 mm f/1.2, el Asahi Pentax Takumar SMC 85 mm f/1.8, el Nikkor-P 105 mm f/2.5 Pre-Ai, el Zeiss Otus 55 mm f/1.4 y otros. Y el Olympus 75 mm f/1.8 no les va a la zaga en este aspecto. 

Cámara Olympus OM-D E-M1II con objetivo Olympus M. Zuiko Digital ED 75 mm f/1.8. f/1.8 y 1/320 s. ISO 200. © Tomás G. Santis
Reencuadre selectivo de las cejas en la anterior fotografía. El nivel de detalle y nitidez que consigue este objetivo a plena abertura f/1.8 es verdaderamente impresionante.

Olympus trabajó muchísimo para conseguir esta incontestable calidad de imagen, fruto de un muy exhaustivo estudio previo de años, basado no sólo en su profundo conocimiento en materia de imagen digital, sino también en su inmenso know-how de imagen analógica, que tuvo durante los años setenta, ochenta y noventa del siglo XX diseñadores ópticos de auténtica talla mundial como Yoshihada Hayamizu (Jefe del Departamento Óptico de Olympus CO, Ltd en aquella época), Toshihiro Imai, Nobuo Yamashita, Toru Fujii, Hiroshi Takase, Yoshiaki Horikawa, Tadashi Kimura, Fumitaka Watanabe y otros. 

En este sentido, a la hora de diseñar el Olympus 75 mm f/1.8 y conseguir el tipo de imagen que deseaban, la empresa japonesa con sede en Shinjuku (Tokyo) tuvo muy presente sobre todo la estética de imagen de un objetivo analógico de ensueño y enfoque manual de los años ochenta : 

El Olympus OM Zuiko Auto-T 100 mm f/2 de 7 elementos en 6 grupos, diseñado con desplazamiento de elementos ED en la parte delantera, incorporando además un mecanismo de elementos traseros flotantes en su zona posterior, una distancia mínima de enfoque de 70 cm y fabricado entre 1982 y 1984. 

Este fabuloso objetivo de enfoque manual fue durante muchas décadas el referente mundial en su focal junto con el Apo-Macro-Elmarit-R 100 mm f/2.8 (poco menos que imbatible en poder de resolución y contraste), al que se aproximaba en extraordinaria calidad óptica global, pero con una estética de imagen más cinematográfica y una impresionante uniformidad de rendimiento óptico en centro, bordes y esquinas entre máxima apertura f/2 y f/8, a todas las distancias de enfoque, y con un bellísimo bokeh a f/2 y f/2.8 que le convierten todavía hoy en día, 41 años después de su diseño, en uno de los mejores objetivos del mundo en belleza creativa de desenfoques, conectado mediante adaptador a cuerpos de cámaras digitales profesionales de distintas marcas, ya que era una óptica concebida para la fotografía de retrato y con la que Olympus consiguió batir, especialmente a f/2, al legendario Summicron-M 90 mm f/2 de 5 elementos en 4 grupos, diseñado por Walter Mandler en la fábrica Leitz de Midland, Ontario (Canadá) y fabricado entre 1980 y 1998. 

Cámara Olympus OM-D E-M1II con objetivo Olympus M. Zuiko Digital ED 75 mm f/1.8. f/1.8 y 1/200 s. ISO 200. © Tomás G. Santis
Reencuadre selectivo del ojo derecho y ceja derecha en la anterior fotografía.

Así pues, el objetivo Olympus 75 mm f/1.8 obtiene un bokeh bellísimo, con muy suaves y cremosas transiciones entre las áreas enfocadas y las desenfocadas, tanto en los fondos como en las zonas más próximas a cámara, con preciosos highlights perfectamente circulares a f/1.8, f/2 y f/2.8 (aunque a veces a f/1.8 aparecen highlights con forma de elipse, fruto del casi imperceptible viñeteado en las esquinas). 

Olympus 75 mm f/1.8 con su excelente parasol original de aluminio LH-61F. Pese a su gran calidad, este es otro de los aspectos negativos del objetivo, ya que debería venir incluído en el precio. Es cierto que el objetivo puede utilizarse sin parasol la mayoría de veces, gracias al extraordinario y muy avanzado recubrimiento multicapas ZERO Coating, que elimina en gran medida todo tipo de reflejos y luces parásitas en las situaciones lumínicas propensas a ello, pero tratándose de un objetivo de gama superalta, este accesorio tendría que venir con el objetivo, sin necesidad de comprarlo aparte. © jmse

Y esta gran calidad y belleza de imagen a los diafragmas más abiertos, con profundidad de campo muy reducida, posee un enorme potencial creativo, con la ventaja añadida de un muy ligero viñeteado en esquinas, que desaparece prácticamente a f/2. 

Hay que destacar también el hecho de que las muy suaves y repletas de sutileza transiciones entre zonas enfocadas y desenfocadas funcionan muy bien tanto en los fondos como en primer plano, algo poco frecuente y característico de objetivos del máximo nivel en bokeh a los diafragmas más abiertos.
 

© jmse

Por otra parte, el objetivo Olympus 75 mm f/1.8 carece de OIS (Estabilizador Óptico de Imagen), pero ésto no supone problema alguno, ya que su estabilidad de disparo a pulso en simbiosis con el Estabilizador en el Cuerpo de Cámara (IBIS) de 5 ejes que incorporan la mayoría de cámaras Olympus profesionales y semiprofesionales ( ámbito en el que Olympus es con diferencia el referente mundial) en sinergia con su increíblemente pequeño tamaño y peso muy ligero del objetivo, permite la mayoría de veces evitar totalmente la trepidación en las imágenes a velocidades de hasta 1/15 s e incluso 1/8 s, sin tener que usar trípode ni monopié alguno.  

Hay que destacar también que el objetivo Olympus 75 mm f/1.8 no sólo es muy adecuado para su uso en retratos, sino también en fotografía de todo tipo de eventos en escenarios con iluminación tenue en interiores, 

Cámara Olympus OM-D E-M1II con objetivo Olympus M. Zuiko Digital ED 75 mm f/1.8. f/3.2 y 1/1600 s. ISO 200. © Tomás G. Santis.

fotografía de deportes tanto indoor como al aire libre, en paisajes (diafragmando a f/4 y f/5.6),  

Cámara Olympus OM-D E-M1II con objetivo Olympus M. Zuiko Digital ED 75 mm f/1.8. f/1.8 y 1/800 s. ISO 100. © José Manuel Serrano Esparza

en fotografía de detalles concretos de edificios 

Cámara Olympus OM-D E-M1II con objetivo Olympus M. Zuiko Digital ED 75 mm f/1.8. f/1.8 y 1/125 s. ISO 400. © José Manuel Serrano Esparza

y estructuras arquitectónicas, 

Cámara Olympus OM-D E-M1II con objetivo Olympus M. Zuiko Digital ED 75 mm f/1.8. f/4.5 y 1/400 s. ISO 200. © Tomás G. Santis.

en fotografía de flores y plantas en grupo (la distancia mínima de enfoque de 84 cm de este objetivo no le hacen apropiado para la fotografía macro), en fotografía de productos,

Cámara Olympus E-M 1 Mark II con objetivo Olympus Zuiko 75 mm f/1.8. f/1.8 a 1/320 s. ISO 1600. Espectacular la capacidad de generación de enfoque selectivo a diafragma abierto de este objetivo de referencia. © José Manuel Serrano Esparza

en fotografía de alimentos, etc.

Y pese a que su longitud focal es mucho mayor que los objetivos de 35 mm y 28 mm que son los más usados en fotografía callejera, el Olympus 75 mm f/1.8, también puede utilizarse en este género fotográfico : 

Cámara Olympus OM-D E-M1 con objetivo Olympus M. Zuiko Digital ED 75 mm f/1.8. f/2.2 y 1/250 s. ISO 200. © Tomás G. Santis
Reencuadre selectivo con la mitad superior de la cara y gorra en la anterior fotografía.

Cámara Olympus OM-D E-M1 con objetivo Olympus M. Zuiko Digital ED 75 mm f/1.8. f/3.5 y 1/160 s. ISO 200. © Tomás G. Santis
Reencuadre selectivo con la zona central de la anterior fotografía.
Cámara Olympus OM-D E-M1 con objetivo Olympus M. Zuiko Digital ED 75 mm f/1.8. f/1.8 a 1/6400 s. ISO 200. © Tomás G. Santis.
Reencuadre selectivo con la zona central de la anterior fotografía.
Otra de las virtudes más destacadas de este objetivo es su admirable capacidad para conseguir un gran nivel de detalle tanto en las altas luces como en las sombras más potentes. Cámara Olympus OM-D E-M1 con objetivo Olympus M. Zuiko Digital ED 75 mm f/1.8. f/3.5 y 1/400 s. ISO 200. © Tomás G. Santis.

Así pues, la excepcional calidad de imagen que genera este objetivo verifica totalmente que el Sistema Fotográfico de Cámaras y Objetivos Olympus Micro 4/3 es como mínimo igual de profesional que los sistemas fotográficos profesionales con cámaras y objetivos de otros formatos (Fuji APS-C, Canon, Nikon, Leica, Sony y Pentax 24 x 36 mm, Fuji y Leica formato medio, etc). 

Por tanto, la afirmación de que » full frame es mejor «, además de no ser cierta, es muy vaga e imprecisa, ya que la idoneidad de un equipo fotográfico dependerá del tipo de trabajo a realizar, especialmente en fotografía a pulso, donde los contextos fotográficos reales igualan mucho los resultados, independientemente del potencial cualitativo de cada sistema fotográfico y su tamaño de sensor, por lo que los menosprecios que a veces se escuchan hacia los sistemas fotográficos profesionales Olympus y Panasonic Micro 4/3 y Fuji APS-C, carecen totalmente de sentido, ya que son tan profesionales como los sistemas fotográficos con sensores full frame o de mayor tamaño. 

Es decir, cada sistema y formato fotográfico tiene sus ventajas y sus inconvenientes. 

No hay ninguno que sea la panacea. 

Y no existe una cámara ideal para todo el mundo, sino la cámara perfecta para cada uno, porque la cámara ideal es la que mejor se adapta a las necesidades de cada fotógrafo. 

Por otra parte, a la hora de conseguir fotografías de gran calidad influyen una pléyade de factores, no solamente el tamaño del sensor y la cantidad de megapíxels, porque una cosa es el potencial de una cámara fotográfica, el tamaño de sus sensor y sus ópticas, y otra las muy distintas misiones fotográficas tirando a pulso, ámbito en el que las diferencias cualitativas se reducen más que en circunstancias controladas de estudio, donde evidentemente, las cámaras profesionales full frame y de formato medio consiguen mejores resultados. 

En estos momentos, todas las cámaras profesionales del mercado fotográfico de distintas marcas y formatos de sensor, tanto réflex como mirrorless, dan una calidad de imagen plenamente profesional, aunque con distintas tecnologías, estéticas de imagen y filosofía de producto, y las cámaras digitales profesionales full frame y de formato medio empezarán a marcar diferencias significativas a partir de tamaños de aproximadamente 1 metro o más sobre papel fotográfico. 

Ni que decir tiene que en gran medida, lo más importante para conseguir una buena foto fue, es y seguirá siendo la persona que esté detrás de la cámara. 

Y desde luego, las cámaras y objetivos profesionales del Sistema Fotográfico Olympus Micro 4/3 han demostrado más que de sobra su plena adecuación para realizar una amplia gama de tareas fotográficas en los más diversos ámbitos, tal y como han verificado fotógrafos profesionales de la talla de Tesni Ward, Andre Boss, Pepe Castro, Peter Baumgarten, Egoitz Ikaza, Brooke Bartleson, Petr Bambousek, Luis Malibrán, Jay Dickman, Buddy Eleazer, David Maimó, Ralph Lee Hopkins, Martín Gallego, Eric Rock, Luis Santiago, Frank Smith, Alejandro Jiménez, Emilie Talpin, Lisa Michele Burns, Fernando Marmolejo, Gabriela Olmedo, Andrés López, Tino Soriano, Andrés Magai, Juanjo Fúster, Ágata Serge, Moisés Cugat, Jairo Díaz, Javier Camacho, Camilo Jaramillo, Álvaro Sanz, Kake Regueira, Javier Parrilla , Marisa Martínez, Robin Wong, Rubén Gabelli, Fernando Marmolejo, Tito García, Jesús Becerril, Andrés Magai, Marc Riera y muchos otros.

Se da además la circunstancia de que en estos momentos el muy profesional Sistema Fotográfico Olympus Micro 4/3 tiene en su catálogo varias ópticas fijas y zooms que son los referentes mundiales para uso disparando a pulso, ya que son mucho más pequeños y pesan bastante menos que los objetivos de idéntica focal y luminosidad para formato » full frame » 24 x 36 mm de Canon, Sony y Nikon, por lo que pueden utilizarse a velocidades de obturación mucho más bajas y con bastante mayor comodidad, estabilidad de disparo y capacidad para obtener fotos nítidas, sin trepidación : 

– El Olympus M. Zuiko 75 mm f/1.8. 

– El zoom Olympus M. Zuiko Digital ED 40-150 f/2.8 Pro, que es una auténtica maravilla, equivalente a un 80-300 mm en formato 35 mm, con una gran luminosidad constante f/2.8, excelente calidad de imagen propia de ópticas fijas profesionales en toda su gama de focales, diafragmas y distancias de enfoque, con dimensiones muy reducidas de 160 mm de longitud x 79,4 mm de anchura y un peso de tan sólo 759 g.

David Clarés, fotógrafo oficial del Campeonato del Mundo de Superbikes, utilizando una cámara profesional Olympus E-M1X formato Micro Cuatro Tercios de 20 megapíxels acoplada a un zoom Olympus M. Zuiko Digital ED 40-150 mm f/2.8 (equivalente a un 80-300 mm f/2.8) durante el Gran Premio de Jerez del WorldSBK 2019. Esta herramienta fotográfica de gran nivel y versatilidad es en estos momentos uno de los buques insignias evolutivos de la especie de cámaras CSC (Compact System Cameras), cuyas virtudes y versatilidad fueron preconizados por Valentín Sama desde el mismo momento de su aparición en 2008, y ha sido ya probada en fotografía deportiva por profesionales con amplia experiencia en dicho ámbito, obteniendo excelentes resultados y compitiendo de tú a tú con réflex profesionales formato 24 x 36 mm del máximo nivel como las Canon EOS 5D Mark IV, EOS-1D X Mark II, Nikon D5, etc. El hecho de que además de las cámaras réflex full frame (que siguen siendo todavía las claras dominadoras en fotografía deportiva) y mirrorless full frame como la Sony Alpha 9, Sony Alpha 9 II, Sony Alpha 9 III, Canon EOS R6 y Nikon Z9, existan también soberbias cámaras profesionales formato Micro 4/3 como la Olympus E-M1X, Olympus OM-1, etc, capaces de defenderse espléndidamente en este género fotográfico, es algo que enriquece notablemente el mercado, además de permitir unos niveles de compacidad en tamaño y peso, tanto de cuerpo como de ópticas acopladas, ciertamente admirables, tal y como ocurre con los zooms profesionales de Olympus. Poder disfrutar de una espléndida calidad de imagen, plenamente profesional, con excepcional nitidez en toda la gama de diafragmas y distancias de enfoque como la que consigue el zoom de Olympus anteriormente mencionado, con un rango de focales entre 80 mm y 300 mm, peso de 755 g y dimensiones de 160 x 79.4 mm en simbiosis con el estabilizador de imagen de 7.5 pasos, es algo que permite una gran estabilidad y comodidad de manejo disparando a pulso. © José Manuel Serrano Esparza


 

– El Olympus M. Zuiko Digital ED 300 mm f/4 IS Pro (con tan sólo 23 cm de longitud, anchura de 92,5 mm y un peso de tan sólo 1.270 g, equivalente a un superteleobjetivo de 600 mm en formato 35 mm). Conectado a cámaras profesionales como la Olympus E-M1 II, Olympus E-M1 III, Olympus OM-D E-M1X y Olympus OM-1 dotadas con soberbios estabilizadores de imagen en el cuerpo de cámara (IBIS) de 5 ejes,

en simbiosis con el IS del objetivo realiza una compensación de hasta 7,5 pasos EV y permite a los fotógrafos disparar a pulso (al igual que con todos los demás objetivos dotados con IS) a una velocidad de obturación de 1/15 s, obteniendo imágenes con total nitidez, gran calidad y una comodidad de manejo muy superior a la de superteleobjetivos de 600 mm diseñados para formato 35 mm que son muchísimo más grandes, pesados y de precio mucho mayor.  

– El Olympus M. Zuiko Digital 150-400 mm f/4.5 TC 1.25x IS Pro (equivalente a un 300-800 mm en formato 35 mm, que se convierte en un 375-1000 mm si se utiliza el teleconvertidor incorporado). 

Este superteleobjetivo con dimensiones bastante reducidas (314,3 mm x 115,8 mm) para su enorme gama de focales, un peso de tan sólo 1875 g y que consigue una excepcional calidad de imagen, se convirtió desde su misma aparición en un game changer en el segmento de fotografía de fauna salvaje, aves, aviación y diferentes deportes en los que sea necesario captar imágenes desde muy largas distancias, gracias a su tremendo alcance que extiende todavía más el gran rango operativo del Olympus 300 mm f/4 (equivalente a un 600 mm en formato 35 mm), ya de por sí un objetivo con gran potencia y versatilidad.

Además, prácticamente no hay diferencia en calidad de imagen tanto si se utiliza el objetivo tal cual como si se hace con el teleconvertidor 1.25x incorporado, posee un firmware especial de reconocimiento de aves en vuelo, su autofocus es tremendamente rápido, y consigue un bellísimo bokeh en las zonas desenfocadas, sin olvidar otro aspecto importante que incrementa todavía más su versatilidad : pese a no ser un objetivo macro, al igual que ocurre con el Olympus 300 mm f/4 (con su distancia mínima de enfoque de 1,4 m), el Olympus M. Zuiko Digital ED 300 mm f/4 IS Pro (cuya distancia mínima de enfoque es también de 1,4 m) puede ser usado eficazmente como tal con insectos, flores, plantas, etc.  

Asimismo, las cámaras Olympus profesionales Micro 4/3 como la Olympus OM-D E-M1X y Olympus OM-1 dotadas con soberbios estabilizadores de imagen en el cuerpo de cámara (IBIS) de 5 ejes, en simbiosis con el excelente IS de este superteleobjetivo, permiten obtener una mejora de nada menos que ocho pasos EV, con lo que los fotógrafos pueden disparar a pulso con total tranquilidad, sin trepidación y consiguiendo fotos con gran definición a velocidades de obturación muy lentas hasta 1/15 s con el objetivo en posición 800 mm sin ningún tipo de teleconvertidor, hasta 1/25 s en posición 1.000 (con el teleconvertidor 1.25x), 1/30 s en posición 1.400 mm (con el teleconvertidor  1.4x) y hasta 1/60 s a 2.000 mm (con el teleconvertidor 2x), algo totalmente fuera del alcance de los superteleobjetivos diseñados para cámaras réflex y mirrorless con sensores full frame. 

Y poder hacer o no la foto a pulso en los más diversos contextos lumínicos es algo que marca la diferencia. 

Su fórmula óptica de nada menos que 28 elementos (cuatro de ellos Super ED, que reducen al máximo el flare y las aberraciones cromáticas, y uno asférico tallado de dispersión extra baja) en 18 grupos muestra de modo diáfano el inmenso know-how opto-mecánico de Olympus.

 

  – El Olympus Zuiko Digital ED 7-14 mm f/2.8 Pro (equivalente a un zoom angular 14-28 mm en 35 mm), con referencial unformidad de rendimiento óptico y excepcional calidad de imagen en centro, bordes y esquinas a todas las focales, diafragmas y distancias de enfoque, además de ser admirablemente rectilíneo. 

Impresionante fórmula óptica del Olympus Zuiko Digital ED 7-14 mm f/2.8 Pro de 14 elementos (2 asféricos ED, 1 asférico de doble cara, 1 asférico standard, 3 Super ED, 1 ED y 2 elementos HR) en 11 grupos, un diseño de extrema dificultad, cuyo colofón fue la curvatura muy pronunciada del tercer elemento óptico situado en la parte delantera de este zoom ultraangular con calidad de imagen de óptica fija de gama alta en centro, bordes y esquinas a todas las focales, diafragmas y distancias de enfoque. 

Asimismo, hay que tener presente que Olympus también ha hecho un gran esfuerzo en el diseño y fabricación de objetivos profesionales de gran luminosidad f/1.2, que generan una gran calidad de imagen y con un precio muy interesante de aproximadamente 1250 euros, entre los que cabe destacar : 

Vista frontal del Olympus M. Zuiko Digital 17 mm f/1.2, uno de los mejores objetivos profesionales del Sistema Fotográfico Olympus Micro Cuatro Tercios. 

Su compleja óptica fórmula de 15 elementos (1 Super ED, 3 ED, 1 ED-DSA, 1 EDA, 1 Super HR y 1 asférico) de fé una vez más de los muy profundos conocimientos de los diseñadores ópticos de Olympus, además de generar una espléndida calidad de imagen en simbiosis con una construcción mecánica de gran nivel. 

el Olympus M. Zuiko 17 mm f/1.2 Pro (equivalente a un 34 mm en formato 35 mm y que es un gran objetivo para fotografía de calle), el Olympus M. Zuiko 25 mm f/1.2 Pro (equivalente a un 50 mm en formato 35 mm) y el Olympus M. Zuiko Digital ED 45 mm f/1.2 Pro (equivalente a un 90 mm en formato 24 x 36 mm). 

Hay una amplísima gama de objetivos Olympus Micro 4/3 y los Zuiko Pro son auténticas joyas, tanto por la excepcional calidad de imagen que dan como por su soberba construcción mecánica, su increíble compacidad y ligereza y la enorme comodidad de uso disparando a pulso durante muchas horas sin fatiga alguna y con gran discreción, a diferencia de las cámaras y objetivos full frame, mucho más grandes y pesados, por lo que generan un bastante mayor y más rápido cansancio al utilizarlos a pulso, y como consecuencia del mucho mayor tamaño del tándem cuerpo de cámara / objetivo luminoso, es más difícil pasar desapercibido con ellas.    

Todo ello con la ventaja añadida de que el formato Micro 4/3 es un standard abierto, por lo que las cámaras profesionales Olympus Micro 4/3 pueden utilizar también objetivos Panasonic diseñados y fabricados para este formato, entre los que figuran varios que son auténticos referentes mundiales en calidad de imagen disparando a pulso sin trepidación a velocidades más bajas que los objetivos de idéntica focal y luminosidad de sistemas fotográficos con sensores más grandes, cuyo tamaño y peso es mucho mayor, entre los que cabe citar :  

– El fabuloso Panasonic Leica DG Noctitron 42,5 mm f/1.2 ASPH Power O.I.S de 14 elementos en 11 grupos (equivalente a un 85 mm en formato 35 mm), con 2 elementos asféricos, uno de dispersión extra baja y otro de refracción ultra alta, otro excepcional objetivo para retratos, que consigue una calidad de imagen y bokeh incontestables a plena abertura. Su precio de aproximadamente 1.350 euros es muy competitivo, ya que se trata de un auténtico Rolls-Royce. 

– El Panasonic Leica DG Elmarit 200 mm f/2.8 Power O.I.S (equivalente a un 400 mm en formato 24 x 36 mm), un superteleobjetivo de dimensiones muy pequeñas para su focal y luminosidad ( 174 mm de longitud x 88 mm de anchura ) y cuyo peso es de tan sólo 1245 g, por lo que puede usarse a pulso durante muchas horas seguidas con total comodidad, además de que obtiene una extraordinaria calidad de imagen y fantásticos colores.  

– El Leica DG Macro-Elmarit 45 mm f/2.8 ASPH de 14 elementos en 10 grupos (equivalente a un 90 mm en formato 35 mm).  

Objetivos que en manos de fotógrafos profesionales de talla internacional como Daniel Berehulak ( fotoperiodista del New York Times, dos veces ganador del Premio Pulitzer de Fotografía y experto de talla mundial en documentar culturas y tradiciones), Viviana Galletta (gran fotógrafa de moda alemana), Joakim Odelberg (reconocido fotógrafo de fauna y naturaleza), Jon Bryant (gran fotógrafo de animales en su medio ambiente y paisaje), Jonas Borg (destacado especialista en fotografía nocturna de ciudades y street photography), Iñaki Relanzón (experimentado fotógrafo de naturaleza y especies en peligro de extinción), Luis Miguel López Soriano (fotógrafo, realizador y productor audiovisual, especializado en reportajes sobre las más altas cumbres del mundo y que sede 2011 acompaña al alpinista Carlos Soria en sus expediciones al Himalaya), Alejandro García Bernardo (experto en fotografía nocturna de paisajes), Pedro Alvera (fotógrafo especializado en naturaleza y viajes y realizador de videos) y otros, han mostrado su valía como ópticas profesionales de referencia disparando a pulso con hoy por hoy imbatibles niveles de comodidad de uso, fiabilidad a la hora de captar imágenes tirando a pulso sin trepidación a bajísimas velocidades de obturación, ausencia de fatiga durante muchas horas seguidas haciendo fotos y generando una espléndida calidad de imagen. 

Con sus Sistemas Fotográficos Micro 4/3 Profesionales, Olympus y Panasonic han sido hasta ahora con diferencia las dos empresas más innovadoras y tecnológicamente más avanzadas en el mundo de la fotografía digital, y Panasonic el líder indiscutible en video, además de crear algunos diseños de cámara muy meritorios e innovadores como el de la Panasonic Lumix G9, diseñada por Atsushi Sasaki.  

Existen además cinco objetivos muy profesionales de gran luminosidad f/0.95, diseñados y fabricados por Cosina Voigtländer. Para formato Micro 4/3, de impresionante construcción mecánica y belleza, cosmética, que generan una excepcional calidad de imagen y que son adecuados para géneros fotográficos que precisan frecuentemente una gran apertura de diafragma fotografía de moda, fotografía de producto, retrato, etc : 

el Nokton 10.5 mm f/0.95 (equivalente a un 21 mm),

el Nokton 17.5 mm f/0.95 (equivalente a un 35 mm en formato 24 x 36 mm). un soberbio objetivo para hacer fotografía de calle, ya que incorpora en su barrilete la clásica escala de distancia de enfoque y de profundidad de campo, por lo que pese aser un objetivo de enfoque manual, usando el enfoque por zonas poniendo la distancia de enfoque a 3 metros y la escala de profundidad de campo a f/8, se consigue una zona de nitidez entre 1,90 m y 7,16 m, mientras que si se mantiene la distancia de enfoque a 3 metros y se sitúa la escala de profundidad de campo a f/11, se obtiene zona de nitidez entre 1,65 m y 16,81 m, generando además un autofocus natural que fue, es y seguirá siendo con diferencia el AF más rápido del mundo, por lo que el fotógrafo sólo tiene que levantar su cámara, encuadrar y disparar), 

 

el Nokton II 25 mm f/0.95 (equivalente a un 50 mm en formato 35 mm), el Super Nokton 29 mm f/0.95 asph (equivalente a un 58 mm )

el Nokton 42.5 f/0.95 asph ( equivalente a un 85 mm) y el Nokton 60 mm f/0.95 asph (equivalente a un 120 mm )

 

Y por si todo ello fuera poco, el 15 de febrero de 2022 OM Digital Solutions introdujo en el mercado la  Olympus OM-1 digital formato Micro 4/3 profesional, la cámara formato Micro 4/3 tecnológicamente más avanzada fabricada hasta la fecha, con un nuevo sensor apilado BSI Live MOS, nuevo dsp TruePic X (tres veces más rápido que el de la Olympus OM-D E-M1X ) y autofocus cross-type de 1053 puntos con cobertura del 100% de dicho sensor, en vez del 80% de los modelos anteriores.

Este modelo mantiene las líneas de diseño y filosofía de la Olympus OM-D E-M1 Mark III, pero con un nuevo sensor apilado y retroiluminado de 20 megapíxels, siendo su gran novedad su salto cuántico en velocidad, ya que es capaz de disparar hasta 50 fps con obturación electrónica, a máxima calidad en RAW y con enfoque contínuo y 120 fotos / seg a máxima calidad en RAW con enfoque no contínuo, lo que le convierte en el referente mundial en esta faceta. 

Así pues, esta cámara es rapidísima, con un seguimiento de enfoque de enorme velocidad y precisión en las ráfagas para sujetos en movimiento, como por ejemplo usando el sistema de detección de aves en vuelo, ya que es una herramienta fotográfica muy versátil, pensada para ser usado en distintos géneros fotográficos, entre ellos la captación de imágenes de fauna y todo tipo de aves. 

El AF de detección de fase en el sensor utiliza un sistema Cross Quad Pixel que divide de manera efectiva cada píxel en cuatro subpíxeles para conseguir un rendimiento de sensor cruzado que mejora el enfoque en condiciones de iluminación difíciles. 

Un sistema de enfoque que a través de AI puede detectar automáticamente una amplia variedad  de sujetos, como automóviles, motos, aviones, helicópteros, trenes, pájaros, perros, gatos y personas, así como rostros y ojos, de modo 2 veces más preciso y 3 veces más rápido que en anteriores sistemas de este tipo.

Una cámara profesional Olympus que gracias al mencionado nuevo sensor apilado y retroiluminado, ha significado un incremento del rango dinámico en un paso y una mejora de dos pasos en cuanto a ruido, lo cual reduce distancias con respecto a las cámaras con sensor formato 24 x 36 mm y formato medio, que seguirán siendo .las reinas en calidad de imagen y nivel de detalle en contextos con poca luz, aunque en fotografías de amanecer, puestas de sol o sujetos estáticos con bajas condiciones lumínicas, el formato Micro 4/3 puede superar al Full Frame, especialmente en contextos con baja iluminación que precisen una extensa profundidad de campo.

Es decir, la Olympus OM-1 digital es en estos momentos junto con la Sony Alpha 9III la mejor cámara del mundo en rapidez y precisión de enfoque en modo con seguimiento AF para fotografía deportiva en general, de fauna, de aves y de deportes que precisen captar imágenes en movimiento a gran velocidad desde grandes distancias. 

Para hacerse una idea del impresionante potencial de la cámara Olympus OM-1 Digital formato Micro 4/3, baste decir que en modo seguimiento de enfoque con sujetos en movimiento, un aspecto en el que Olympus había mejorado mucho con sus modelos EM1III y E-M1X, la Olympus OM-1 es hasta sesenta veces más rápida que todo lo existente anteriormente en Olympus.  

Por otra parte, la Olympus OM-1 incorpora un sensacional estabilizador de imagen de cinco ejes que permite compensar hasta ocho pasos con los objetivos dotados de IS, con lo cual los fotógrafos pueden disparar a pulso a bajísimas velocidades de obturación de 1 y 2 segundos, consiguiendo fotos muy nítidas y de gran calidad, algo también muy útil en videografía, ya que esta cámara puede grabar vídeo 4K 60p 4.2.2.

Es también importante tener presente que el sistema automático de autolimpieza SSWF (Supersonic Wave Filter) de Olympus y Panasonic es con diferencia el mejor del mundo, hasta el punto de que incluso fotógrafos profesionales que han hecho mucha fotografía de safars en África durante años no han tenido que limpiar el sensor, gracias a su mecanismo que hace vibrar una delgada superficie delante de él a muy altas frecuencias para eliminar el polvo cada vez que se pone en marcha la cámara, algo que no es en absoluto cuestión baladí, porque las cámaras digitales mirrorless con visor electrónico acumulan mucho más polvo y suciedad en el sensor que las cámaras reflex.  

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